jueves, 11 de agosto de 2011

El hombre una unidad totalizante.


El Hombre es una Unidad Totalizante, es decir el sujeto moral es todo el hombre (no hay separación de cuerpo y espíritu sino se refiere a la integridad). Concurre el hombre integral y se expresa el hombre total. En efecto, al acto singular debe atribuírsele mayor o menor valoración ética cuanto más profunda o superficialmente se exprese la persona en él.
 A mayor o menor profundidad con que intervenga "toda" la persona en un comportamiento moral, mayor o menor importancia tendrán sus actos.
El hombre en cuanto a un todo aparece como una Inteligencia Sentiente: esto significa que: El hombre es un ser vivo en cuanto a que tiene actividad propia e interacción adaptativa con el medio.  Es Original ya que tiene la capacidad de pensar abstractamente; comunicarse.
Es Inteligente, porque tiene la facultad de inteligir realidades. Ya que la intelección es una habitud del hombre, lleva incluido el sentir, es decir la habitud del hombre es la inteligencia sentiente.
Posee una habitud que se manifiesta como intelectiva y como sensitiva al mismo tiempo. La sensibilidad está intrínsecamente en la inteligencia humana.
La comprensión del hombre como inteligencia sentiente debe ser asumida dentro de la antropología moral. En ella se ve que en todo comportamiento moral la manifestación unitaria del hombre es dimensión sensitiva e intelectiva. En todas las acciones humanas, actúa siempre esta actividad de la inteligencia sentiente.
Posee además una Estructura Personal ya que el hombre es una realidad personal
Tenemos dos aspectos de la persona:
1. La estructura del ser personal:
tiene que ver con su conformación, su individualidad y su personalidad

La noción de persona juega un papel decisivo en la moral ya que el sujeto y objeto de la moral es la persona, es decir se trata de personalismo moral.

La importancia del concepto de persona para la moral se entendería en todo los niveles, esto es, en el contenido y en la estructura. El contenido es primero y fundamental, de donde se derivan todos los demás.
El sujeto del comportamiento moral es la persona, es decir, la unidad como un todo, con todas las características mencionadas.
* El hombre es Un ser Para el Encuentro. Ya que es en el encuentro consigo mismo; con lo trascendente; con los demás y con el mundo que la persona se va descubriendo frente así misma y frente a los otros.

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